Editorial de Generación Romero del 28 de julio de 2020
Es necesario un pluralismo sano. No queramos cortarlos a todos con la misma medida. No es uniformidad, que es distinto de unidad. Unidad quiere decir pluralidad, pero respeto de todos al pensamiento de los otros, y entre todos crear una unidad que es mucho más rica que mi solo pensamiento”.
Mons. Oscar Arnulfo Romero, homilía del 29 de mayo de 1977
Una vez más el Ejecutivo da muestras de su estilo antidemocrático. El 30 de junio el Ejecutivo publicó el decreto 24, donde se crea la Agencia de El Salvador para la Cooperación Internacional, ESCO-El Salvador Cooperación, un área que seguirá “lineamientos directos” del presidente de la república, Nayib Bukele.
La Agencia concentrará todo lo relacionado con la ayuda internacional y “es la única institución autorizada para gestionar cooperación en cualquiera de sus modalidades y formas (…) razón por la cual ninguna institución gubernamental podrá hacerlo por cuenta propia en lo sucesivo”, dice en cartas enviadas a las municipalidades y organizaciones de la sociedad civil (ONG). Esta acción invade la autonomía y facultades de los gobiernos locales y viola los principios de solidaridad internacional. Ante la protesta de algunos alcaldes y ONG se vio obligado a bajarle tono a lo dicho. Sin embargo persiste un nuevo abuso de autoridad por parte del Ejecutivo.
Mientras se decretan este tipo de atropellos, el partido Nuevas Ideas elige a sus candidatos a diputados, diputadas, alcaldes y alcaldesas para el año 2021. El proceso de elección se vio señalado por múltiples voces de descontento, fraude, el llamado a la anulación de las elecciones e incluso, algunos militantes, solicitaron la destitución del presidente del partido político, Xavier Zablah.
Sin embargo, Zablah se mostró satisfecho del proceso interno de elecciones y sentenció que la #Operación2021 había comenzado: “El primer objetivo es sacar esa podredumbre de la Asamblea Legislativa”, dijo a través de su cuenta de Twitter. Sus declaraciones se encuentran en línea a la actitud que ha sostenido el presidente Bukele en su clara ofensiva contra la Asamblea Legislativa y la Corte Suprema de Justicia. “En el 2021 todos los sin vergüenzas van para afuera”, amenazó el presidente el 9 de febrero, cuando invadió el Palacio Legislativo con la fuerza militar.
Todas estas acciones son claro ejemplo que el presidente desea tener el poder y control total sobre la administración del Estado. Mientras tanto, las banderas blancas se multiplican en las carreteras, los fallecidos por el virus de la COVID-19 aumentan y surgen más casos de personal médico expuesto y sin protección adecuada. Por si fuera poco, la crisis económica la siguen pagando los pobres.
La combinación de todo eso le está costando caro a Bukele: ¡Ha reducido sensiblemente su aprobación popular! En más de 20 puntos según la última encuesta de la UCA. De no corregir sus aspiraciones totalitarias, los graves errores en el manejo de la pandemia y el estilo confrontativo con todo el mundo, que es lo que más le resiente la población, la tendencia a la baja en el respaldo ciudadano puede ser irreversible.
¡Qué lejos se muestran las acciones del presidente al espíritu de amor y compasión que predicaba nuestro Santo Monseñor Romero! Desde aquellos días Romero nos anima con voz esperanzada sobre la necesidad del pluralismo de pensamiento para construir nuestra democracia: “Es necesario un pluralismo sano. No queramos cortarlos a todos con la misma medida. No es uniformidad, que es distinto de unidad. Unidad quiere decir pluralidad, pero respeto de todos al pensamiento de los otros, y entre todos crear una unidad que es mucho más rica que mi solo pensamiento”. (Homilía 29 de mayo de 1977)
Urge un diálogo sincero y una inclusión concreta de todos los sectores en la búsqueda de soluciones a estos problemas, porque lo que está en juego es la vida, en especial de la población en mayor vulnerabilidad.
Movimiento Generación Romero, 28 de julio de 2020.
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